Graciano Palomo
Y esos no premian a los "madrugadores", a aquellos que se parten el espinazo a trabajar de sol a sol y en quienes quiere basar la reconstrucción de Francia su nuevo patrón, Sarkozy.9 de mayo de 2007. Son tales los asuntos de extraordinaria importancia que se están produciendo en España y vecinos que resulta realmente complicado dedicarse a comentar uno solo de ellos. Pero a mí me interesan los que realmente están pegados a los intereses auténticos del pueblo.Sarko, el "neocon" de EuropaHabrá que comenzar recordando el viejo adagio clásico respecto a que "quien no vive como piensa acaba pensando como vive". En efecto.Nicolas Sarkozy ha sido premiado por el viejo país galo laico -¡él, un emigrante judío y divorciado!-porque sencillamente ha hecho una política de acuerdo con sus convicciones. ¡Ya está bien de pantomimas! Y desde esa fortaleza el "pequeño gran Sarko" se convertirá en el jefe de los neocon de Europa, y más fundamentalmente en el gran líder del viejo continente de la mano de la teutona Merkel.Las demagogias fáciles ya no venden por los países serios del mundo, salvo en España, que cada día es más aldeana y subvencionada en lo territorial y en lo cultural.Pero, en fin, aquí –frente a debates importantes, como en Francia- lo que se estila son el marujeo, la estupidez y la cosa fácil. Lo que realmente más me interesa del nuevo presidente francés es su decidida apuesta por los "madrugadores", esto es, por los emprendedores, los que se rompen el espinazo a trabajar y estudian con provecho.¿Esto es ser conservador? ¡No! Los conservadores son aquellos que quieren conservar sus privilegios y se me ocurren, a bote pronto, los sindicatos. ¡Éstos sí que son conservadores!El país de los menos-de-mileuristasBien, dicho lo anterior, vuelvo donde solía. Frente al engreimiento absurdo del frente gubernamental (¡a éstos si que les va bien con Del Rivero y Entrecanales a la cabeza del pelotón de los que tocan la caja pública -Acciona ha sido el grupo que más ha facturado al Estado en 2006!-), hay hechos incuestionables. Más de 19 millones de españoles cobran menos de 1.000 euros al mes. Y éste es un dato oficial.Entonces, ¿de qué presumen? ¡Los unos y los otros! ¿De qué se jactan? ¿Qué historias nos están vendiendo?Esa aristocracia económica (sin trabajar, fácil, conspirando) que siempre baila el agua al poder político es ahora extraordinariamente descriptible. Antes he nombrado a dos grandes tomadores de las influencias en forma de "jurdó", pero la cabeza visible es Miguel Sebastián, y su peón de frega, Carlos Arenillas. Dice sentirse, el socialista marido de la ministra de Educación, anonado porque se ha pagado por su cena 1.500 euros en un afamado restaurante capitalino. Pero no es eso lo peor. Lo malo, desde mi modesto punto de vista, es que ese banquete no era gratis. ¡Qué va! El financiero –a cambio de colocar al hermano de Arenillas, ¡of course!- quería trapicheos para operar y ganar dinero en España.¡Un auténtico escándalo!Pero aún lo es más que Sebastián, utilizando su proximidad al jefe del Gobierno, ubicado en un despacho oficial con categoría de secretario de Estado, gastando dinero de todos quiso empitonar a Francisco González, jefe de una organización privada. Recursos públicos para una venganza personal. ¿Qué figura penal habrá que aplicar?Pedro Solbes lo sabe perfectamente…De NS a MRResumiendo, amigos: si un socialista no es coherente con los principios fundamentales que deben informar esa militancia se produce un parto de los montes. Cuando un tipo de derechas no cree o se avergüenza de lo que representa tiene el camino expedito para nutrir las filas de Ségolène Royal: la derrota.Francia parece haber reaccionado. El nuevo jefe sólo quiere una cosa: poner a trabajar desde la coherencia al viejo y poderosos país de la grandeur.Nunca más que ahora deseo que cunda el ejemplo.Pero, claro, NS –el "conservador" que ha conseguido protagonizar el "cambio" desde el populismo- no es precisamente MR.¡Cúanto lo siento!
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